jueves, septiembre 21

Andrés Calamaro

...

(si te digo que es por vos que lo escribía...
ES MENTIRA, aún te miento fácilmente)

Otra vez Buenos Aires

Ariel ya está de vuelta y ahora son muchas cosas. La película muy cerca de ser mostrada, los periodistas pidiendo notas, nosotros firmando papeles por el casamiento y sacando un crédito hipotecario y de mudanza a nuestra nueva casa y todo esto junto. De repente somos grandes. A Ariel le sienta bien, se mueve en eso cómodamente, al contrario de lo que yo esperaba. Yo en cambio estoy bastante asustada y un poco perdida.

Pronto los críticos comenzarán a dar opiniones. Hasta ahora, los comentarios fueron buenos, pero esta vez me siento muy involucrada y no puedo esperar a leer hasta la última palabra de lo que escriban. Y qué dirá el público? Por momentos no puedo evitar sentirme la más estúpida.

Ariel es tan lindo que pienso que no lo merezco, a veces. Está de buen humor y es capaz de atravesar la presión con mucha alegría.

Este tiempo se vive como el tiempo anterior a..., el momento en que todavía no sabíamos que..., como la inminencia certera de un acontecimiento desconocido. No se sabe si es bueno o malo, si es uno o un millón, no se sabe cómo sobreviviremos a él.

Recuerdo vagamente las palabras de T.S.

What shall I do now? What shall I do?
I shall rush out as I am, and walk the street
with my hair down, so? What shall we do to-morrow?
What shall we ever do?


...


Qué haremos mañana? Qué haremos SIEMPRE?

miércoles, septiembre 13

Queso en los cines!


Parece que hubiera pasado toda una vida desde que empezamos, con Ariel, a pensar esta película. Y pasaron apenas dos años, y tantas otras cosas. Ahora, a un mes y muchos kilómetros de distancia, se mezcla mi cansancio con lo mucho que lo extraño y las ganas que tengo de ver por fin Cara de queso en un cine de la capital.

Han llegado ya los trailers a las salas, también la gráfica. Hoy mismo, tal vez mañana, puede algún espectador inadvertido cruzarse con nuestro cartel amarillo a la salida de cualquier proyección.

Ariel volverá el viernes (15) y tendremos un lindo fin de semana sin trabajo y después me olvidaré de vivir hasta que nos vaya muy bien y hayamos criado a nuestros hijos y hayan ido todos a la universidad. Si esto alguna vez ocurriera.

Es difícil hacer lo que uno quiere. Casi siempre, los caprichos conducen a la angustia y la desesperación. Quisiera ser una linda persona y no la descerebrada que veo a veces en el espejo mientras hablo por teléfono. Pero todo esto tiene una única recompensa: nuestra película está en los cines. En las mejores salas.