lunes, diciembre 4

Tronador 3430

varios días he estado fuera del mondo bloggo, no por desinterés ni desidia, sino porque mi vida se ha visto privada del privilegio de la net

ariel y yo nos mudamos a nuestra nueva casa, en tronador y manuela pedraza

es un departamento no muy chico ni muy grande, recién pintado y con pisos de cemento alisado y madera, una pileta cubierta para el invierno, una pileta congelada para el verano, muchos departamentos vacíos alrededor (somos casi los primeros en instalarnos, siete en doscientos)

todavía no tenemos internet, pero ariel consigue de tanto en tanto una red wifi que lo deja estar online un ratito; mi compu no consigue iguales resultados

para llegar hay que conducir por calles con olor a flores y a eucaliptus, a plantas que yo no conozco y que me hacen sentir en otra ciudad... como tampoco tenemos cable, ni vestidor para nuestra ropa, ni biblioteca para libros, discos y películas, estamos como de vacaciones (y por cierto, muy felices con nuestro nuevo barrio y nuestras nuevas paredes color arena)

pronto volveré al posteo frecuente, cuando nuestra vida se normalice

domingo, diciembre 3

Ticketek

Hace unos días, mientras almorzaba en TGI Friday's, mi mochila que colgaba del respaldo de la silla desapareció. Con ella se fueron varias tarjetas de crédito, carnets de asociaciones diversas, licencia de conducir (que tanto me costó conseguir!!), DNI mío y de Ariel, en fin, esas cosas que implican trámites y dolores de cabeza. Nada, sin embargo, imposible de recuperar, salvo... MIS ENTRADAS PARA KRONOS QUARTET!! Las había sacado por internet hacía meses, cuando recién salieron a la venta, y fui a buscarlas dos días antes del robo. Estaban en mi mochila y eran tres: dos para el primer día (planeaba llevar a Ariel) y una para el segundo (al que iría sola). Tres entradas: unos quinientos pesos apróximadamente.

Pensé, sin embargo, que no era complicado recuperarlas. Como las había comprado con tarjeta de crédito, tenía un mail a mi nombre que corroboraba las ubicaciones elegidas y el costo total a pagar, y un resumen que certificaba que dicho costo había sido efectivamente cargado a mi cuenta. No había duda: las ubicaciones me pertenecían. Me tranquilicé y dejé pasar unos días antes de llamar a la empresa para exponer la situación y ver de qué manera podríamos operar para la recuperación de mis lugares.

Finalmente llamé y me atendió Lucas, que escuchó con paciencia mi historia. Le di detalle de mis elementos probatorios y pregunté qué podríamos hacer para recuperar las entradas. Pero a pesar de su interés, la respuesta fue negativa: ticketek sólo se ocupa de VENDER las entradas, pero una vez que los tickets pasan a manos de los consumidores, la empresa no se responsabiliza por más nada. Es decir: una empresa que se dedica EXCLUSIVAMENTE a vender entradas NO PUEDE resolver un simple caso como el mío.

Insistí con argumentos varios, comenzando por el hecho de que, en caso de que las entradas hubieran sido revendidas, el hecho de invalidarlas y devolverme mis ubicaciones funcionaría como lección para quien adquirió las entradas bajo la forma ilegal de la reventa y que así daríamos un buen mensaje a la comunidad de asistentes a espectáculos cuyas entradas ticketek vende: a la larga, nadie querría comprar entradas de reventa, a fin de evitar correr el riesgo de encontrarse en la sala con el verdadero comprador de las ubicaciones. Pero no. No. A ticketek no le importa que haya reventa.

Lucas me sugiere que vaya al Gran Rex la noche del concierto e intente entrar a la sala en caso de que las ubicaciones no estén tomadas. Pero habiendo pagado la suma que pagué, preferiría una solución menos improvisada. No puede dármela.

Corto y me quedo pensando que la lógica bajo la que operan la mayoría de las empresas argentinas es triste. Triste.

Ahora, Ariel me llama por teléfono para contarme que Kronos Quartet canceló su gira. Me alegro muchísimo. Y el 9, entonces, me voy a ver a Calamaro, con entradas compradas en la reventa.